MARLEN YADIRA ASPRILLA MENDOZA

MARLEN YADIRA ASPRILLA MENDOZA

domingo, 25 de marzo de 2012

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓ 40 SÍNTESIS HISTÓRICA (Segunda parte)

                                                                                                                    Por: Cesar E. Rivas Lara
EL COMITÉ PRO-UNIVERSIDAD

La conversión en realidad de la precitada ley se logró después de un perseverante esfuerzo, en conjunto, el cual contó con el decidido apoyo del Comité Pro-Universidad, el cual funcionaba a través de comisiones de trabajo y con una  reducida financiación consistente en el modesto aporte de los socios y un auxilio departamental de $30.000 Citamos los nombres de sus integrantes para atestación de esta historia que alguien, algún día, habrá de escribir en forma completa:

 Rafael Arango Rentería, Guido Arriaga Palacios, Amelia Barrios Ferrer, Federico Barrios Ferrer, Esteban Caicedo Córdoba, Miguel A Caicedo Mena, Isacio Caicedo Ríos, René Castillo Borja, Alfonso Castillo Perea, Rafael Torres Copete, Gentil Abadía Córdoba, Luis Augusto Córdoba Mena, Carlos Córdoba Posada, Juan de Dios Chaverra García, Demetrio Diaz Mena, Luis Ramón Garcés Herazo, Ely Gómez Ortega, Vitalino Hinestroza Cossio, Juvencio Lozano Asprilla, Jesús Lozano Asprilla, Nazly Lozano Eljure, Luis Carlos Mayo, Jesús Marino Mena Moreno, Victor R. Mena Moreno, Eladio Mosquera Borja, Antonio Murillo Palacios, Rafael Mario Palacios Córdoba, Aureliano Perea Aluma, Cruz Libardo Rentería Ledezma, Oscar Serna Alvarez, Darcio Serna Córdoba, Armando Torres Perea, José Auro Torres Girón, Jorge Valencia Díaz, Alfredo Valdés, Evelio Valois Arrunátegui y Daniel Palacios Martínez

Desde un comienzo, el antedicho comité trazó las dos misiones principales  que debía cumplir la universidad:

1. Formar y capacitar jóvenes, para el mañana, con un alto nivel académico y bajos costos en sus matrículas, y

2. Liderar el proceso de desarrollo del Chocó, generar trabajo productivo y mejorar la calidad de vida de sus habitantes

EL ACTO INAUGURAL

El acto inaugural del instituto se llevó a cabo el 6 de marzo de 1.972, en las aulas del Colegio Carrasquilla, mientras el rectorado dinámico del doctor José Auro Torres Girón, quien con un espíritu  solidario y entusiasta puso a nuestra disposición, a cambio de nada, las instalaciones del colegio, con todas sus facilidades, para que allí cupiéramos todos cuando no teníamos dónde funcionar. Presidió el acto el gobernador de entonces, Diego Córdoba Zuleta, hijo del extinto Diego Luis Córdoba.

Cristalizaba así una idea calificaba de utópica por un delegado del Ministerio de Educación,  cuando a comienzos de 1971, se trasladó a esta capital, para conocer  en el lugar los adelantos del proyecto; y en plena reunión con directivos, potenciales profesores y futuros estudiantes, dijo textualmente, con desparpajo irreverente, que ese proyecto de crear una universidad en el Chocó era “una locura”, que no tenía asiento en la realidad, porque no teníamos presupuesto ni planta física, y menos recursos para dotarla de equipos y laboratorios ; tampoco profesores calificados para las exigencias de ese nivel que garantizaran su enseñanza y permanencia; de manera que su recomendación era esperar, unos años más, para madurar la idea, llenarnos de motivos y retomar la iniciativa.                            

Recordamos de aquel día glorioso un incidente: cuando estábamos prestos al momento solemne, Quibdó se quedó a oscuras(sin fluído eléctrico), y hubimos de alumbrarnos con velas para sacar el proyecto adelante. No dejamos de preguntarnos, en aquellos momentos de confusión, si ese imprevisto se debía a fenómenos contrastivos de la naturaleza, que a veces no nos quiere, o a manos de quienes transpiraban pesimismo y lo replicaban, en forma manifiesta y velada, sentenciando, así, la universidad al fracaso.

PRIMEROS PROGRAMAS Y SUS DIRECTORES
-PRIMEROS EGRESADOS-

El instituto inició básicamente con la Facultad de Educación y la de Humanidades y Artes y los siguientes programas: Matemáticas y Física (31 estudiantes);su primer director fue el profesor Esteban Murillo Murillo. Ciencias Sociales y Económicas(29 estudiantes);su primer director fue el profesor Carlos Mayo Córdoba. Química y Biología(21 estudiantes);su primer director fue José Auro Torres Girón. Trabajo social (14 estudiantes); su primer director fue John Herbert Valencia Barco. Psicopedagogía y administración educativa (38 estudiantes);su primer director fue el profesor Evelio Valencia Palacios. Administración de empresas (27 estudiantes); su primer director fue el doctor Federico Barrios Ferrer (q.e.p.d). Finalmente, el programa de idiomas(19 estudiantes), unidad académica de la que fui director durante 23 años. El primer Decano de estudios equivalente, hoy, a la figura de Vice-rrector académico, fue el profesor Faustino Cuesta Caicedo. El primer Secretario General fue el profesor Angel Antonio Palacios Rivas, conocido coloquialmente como “Antoñí”, quien después llegó a ser el primer Secretario Académico, primer Director Administrativo y primer Jefe de Personal y Servicios Administrativos. Los primeros profesionales egresaron en 1976.

LAS CLASES: PROFESORES Y ESTUDIANTES

 Las clases Iniciaron el 7 de marzo de 1972 con un total 208 estudiantes y 24 docentes. Registramos los nombres de estos docentes que burilaron sus nombres en las páginas de la historia de nuestra universidad:Luis Augusto Córdoba Mena, Esteban E Murillo Murillo, Juan De Dios Chaverra García, José Auro Torres Girón, Federico Barrios Ferrer, Evelio Valencia Palacios, César E Mosquera Cetre, Miguel A Caicedo Mena, John Herbert Valencia Barco, Juan Fernando Restrepo,  Armando Torres Perea, Juvencio Lozano Asprilla, Ramón Brito Pino, Luis Ernesto Mosquera Caicedo, Ramón Olier Murillo Murillo, Guido a González Quejada, Francisco Díaz bello, Alfredo Valdés, Luis Carlos Mayo, Isaías Rentería Mosquera, Néstor Emilio Mosquera, Jesús Lozano Asprilla,  Ely Gómez ortega y el autor de estas líneas.

En cuanto a los docentes, hay que decir, en estos apuntes, que son la  historia naciente de la universidad, que se convocó a distintos profesionales chocoanos, residentes en el interior del país, para que prestaran su concurso profesional y se vincularan a ella, pero su respuesta fue decepcionante. Pues, consideraron que prestar sus servicios, en el Chocó, era poner en riesgo su estabilidad laboral, ya fincada en otras capitales; que era una alto riego cambiar la realidad por la incertidumbre. Pese a ello, hubo quienes sin vacilaciones ni palabras intermedias, se unieron a la causa educativa. No podemos pasar por alto los nombres de Esteban Murillo Murillo y Faustino Cuesta Caicedo, quienes dejaron sus clases en la Universidad Tecnológica de Pereira y se trasladaron, sin contratiempos a Quibdó a servir a la universidad. Tampoco podemos olvidar,  en la época de los duros comienzos, el ejemplo que con un sí rotundo dieron, a la misma causa, el sociólogo Zabulón Córdoba(q.e.p.d), profesor emérito de la universidad pontificia Bolivariana de Medellín y Luis Carlos Palacios, conocido cariñosamente como “Palita”, quien desarrollaba con éxito un programa pecuario en la universidad de Medellín        

Transcurridos los primeros años de vida de la universidad, algunos docentes de la localidad que habían decidido acompañarnos en esa aventura de soñar en grande por un Chocó mejor, por una razón u otra, se desvincularon voluntariamente de la institución; otros, con el avance de los días, murieron, y otros actualmente hacemos uso de nuestro buen retiro. Sólo uno, de aquella época memorable, continúa en ella, sin pausa, en el noble ejercicio de su apostolado. Mencionamos, entonces, el nombre del profesor Guido González Quejada, adscrito a la Facultad de Educación, programa de Inglés y Francés, hoy, el profesor en ejercicio más antiguo de la universidad del Chocó, con quien iniciamos labores el 6 de marzo de 1972.

Recordamos con orgullo a toda esa pléyade de profesores fundadores con quienes, inspirados en el gran ideal de servir, le apostamos a un Chocó promisorio, más digno y más grande. Recordamos, también, con sincera expresión de nuestros sentimientos a los que se nos fueron para no volver jamás: Luis Augusto Córdoba Mena, Juan de Dios Chaverra García, Ramón Olier Murillo Murillo, Federico Barrios Ferrer, Miguel A Caicedo Mena, Armando Torres Perea y Francisco Díaz Bello. Descanso eterno para ellos! Descanso eterno, también, para otros, que se nos adelantaron en el camino sin regreso, y que sirvieron a la institución con  vocación y voluntad.
Un minuto de silencio por su descanso!

EL PRIMER RECTOR

El doctor Jesús Lozano Asprilla fue su primer rector, quien en su momento memorable desarrolló una fecunda labor, digna de recordación por todos los chocoanos sensatos; por ello, muy propósito, el Auditorio de la institución lleva su nombre. Del doctor Lozano Asprilla hay que decir que, con una energía vital a toda prueba, trabajó con vocación de servicio y desprendimiento por una universidad que requería el concurso de sus mejores hombres para sacarla adelante. Pues, siempre tuvo  bien claro en su mente el concepto de que en las nociones universales de fe y sacrificio por la sociedad, a cuyo servicio se vive, la naturaleza del hombre superior ha de desprenderse de cosas banales y fundirse en conjunto de acciones meritorias que hacen la vida significativa, poblándola de signos ejemplares. De allí, seguramente, deriva la emoción de simpatía ardiente que despertó alrededor suyo por su entusiasmo, su abnegación y su entrega

jueves, 15 de marzo de 2012

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓ “DIEGO LUIS CÓRDOBA” 40 AÑOS SÍNTESIS HISTÓRICA (Primera Parte)


Por: CÉSAR E RIVAS LARA                     Profesor fundador

INTRODUCCIÓN

Estamos conmemorando cuarenta años de vida de la universidad del Chocó y nos congrega, aquí, un fervor terrígeno que nos concede la gracia de reunirnos en familia y proclamar, en voz alta, que la universidad nos pertenece a todos, por tanto es nuestro deber defenderla y preservarla con el amor indefectible que arraiga en el espíritu y el corazón.
Me corresponde, en esta conmemoración jubilosa, dirigir a ustedes la palabra, en mi calidad de profesor fundador, para trazar la síntesis histórica de la institución. Entonces, comienzo diciendo que la Universidad Tecnológica del Chocó se creó mediante la Ley 38 de noviembre 18 de 1.968 con el nombre de Instituto Politécnico “Diego Luis Córdoba”, ley que surgió cuando al morir el doctor Córdoba, quiso el Congreso de Colombia rendir homenaje póstumo de gratitud a ese gran paladín que fue de la democracia, interpretando el anhelo que siempre tuvo de fundar una universidad en el Chocó y regentar, en ella, la cátedra con la misma eficiencia e idoneidad con las que se desempeñaba en la universidad libre de Bogotá.

EL PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO

El senador antioqueño Joaquín Estrada Monsalve presentó el proyecto de acto legislativo, el cual fue aprobado por los congresistas el 16 de diciembre de 1966, último día de las sesiones de la legislatura de ese año. Fue firmado, en su orden, por los siguientes parlamentarios: Joaquín Estrada Monsalve, Camilo Mejía Duque, Trío Luna Morón, Ricardo Rodríguez Astié, Arístides Paz Viera, Jesús Rodríguez Corrales, Luis Guillermo Bustamante, Libardo  Arriaga Copete, Francisco José Calderón, Aureliano Perea Aluma, Marcos Diaz Castillo, Luis Avelino Pérez y Biviano Gómez

Estrada Monsalve era buen amigo de Diego Luis Córdoba y había compartido con él largas jornadas de su vida y su inteligencia. Sabía de su sueño de crear una institución educativa, de nivel superior en el Chocó, para que allí se educaran sus paisanos; además, conocía bien de su vocación irresistible por el magisterio. Por ello quiso, de esa manera, rendirle tributo de reconocimiento a su memoria. No en vano, durante veinte años ininterrumpidos, Diego Luis había cumplido en la Universidad Libre de Bogotá el hermoso rito de su actividad de catedrático. En esa vocación seguramente se reencontró con su Chocó querido, semillero de maestros, que ha educado muchos departamentos de Colombia. Nos atrevemos a pensar que este hombre, por el poder comunicante de sus ideas, por su noble entrega en educar jóvenes para el mañana promisorio de la patria, por su capacidad para transmitir y defender valores superiores y decirles a las generaciones cuál era el camino, estuvo perplejo ante el dilema en cuanto a si se consagraba definitivamente a la cátedra o continuaba en la política haciendo y promoviendo debates en el Congreso para alcanzar la justicia social de los desiguales. No es al azar, entonces, la frase de su autoría:por la ignorancia se desciende a la servidumbre; por la educación se asciende a la libertad”, pronunciada en el Senado de la República, en defensa de su raza, cuando reclamaba para ella, en una época de obtusa cerrazón, igualdad de oportunidades en la economía, la educación, la instrucción pública, el aprecio social y la regencia de los destinos del Chocó y de Colombia.

En cuanto el doctor Estrada Monsalve, el Chocó indudablemente contrajo con él una inmensa deuda de gratitud por su gesto patriótico. De él no tenemos muchos datos que nos alumbren su vida; sin embargo, sabemos que nació en Santo Domingo(Antioquia), a fines de la primera década del siglo pasado, ocupó el Ministerio de Educación en el mandato del presidente Ospina Pérez, fue parlamentario acucioso, amigo del Chocó y sus gentes; y que desde 1945, cuando empezó a ambientarse el proyecto para la creación del departamento, no obstante la controversia política y de índole territorial, tuvo en él su simpatía y comprensión hasta cuando al final se expidió la Ley 13 de noviembre 3 de 1947 que lo elevó a esa categoría. El Chocó, para esa época, valga decir, no tenía 250.000 habitantes ni $500.000 de renta anual, requisitos básicos que exigía la constitución para que una intendencia pudiera alcanzar la categoría de departamento. Fue el doctor Estrada reformador y jurista, que hizo aprobar muchas leyes, las cuales seguramente se tradujeron en beneficio y progreso de Colombia y su tierra antioqueña.

MATERIALIZACION DE LA LEY 38 DE 1968
(EL FESTIVAL DEL RETORNO)

La Ley 38 de 1968 durmió varios años, bajo el sopor del olvido, por negligencia nuestra y la inercia de los poderes centrales que regularmente  nos han mirado como un retazo inviable de Colombia, castigado por los rigores del trópico y condenado al atraso.

Sea valedero decir que no fueron los políticos ni los dirigentes chocoanos los que le insuflaron vida a la supradicha ley, tampoco la universidad la creó el departamento, como ocurrió con la universidad de Antioquia o la Universidad del Valle y, menos el municipio de Quibdó, como fue el caso de la universidad Distrital de Bogotá, Francisco José de Caldas, creada por el Distrito Capital de Bogotá. La tarea titánica de su materialización correspondió al esfuerzo tesonero de dos hombres patrióticos: Jesús A Lozano Asprilla y Luis Augusto Córdoba(q.e.p.d), quienes a través de un comité, dirigido por ellos mismos, organizaron El Primer Festival del Retorno, celebrado en Quibdó, en diciembre de 1970. Su finalidad era hacer regresar al Chocó a los buenos hijos de la tierra para que, con su concurso profesional, la sirvieran con eficacia y brillo. La agenda de trabajo, conocida como El Exálogo del Desarroollo del Chocó, tenía  los siguientes puntos a tratar:

1-Energía eléctrica

2-Vías y carreteras de penetración entre municipios de la región, departamentos vecinos y nuestras costas pacífica y atlántica

 3-Vinculación de profesionales chocoanos distinguidos a altos cargos del gobierno nacional.

4-Vinculación e integración con el Chocó, de organismos nacionales e instituciones descentralizadas, de alto nivel, que conjuntamente con los chocoanos, diseñaran y ejecutaran un plan estratégico de desarrollo integral, armónico, sustentable y sostenible de la región.

5.Creación y funcionamiento de la universidad tecnológica del Chocó:”Diego Luis Córdoba”

6-Creación de una empresa nacional o de capital mixto, que explotara para los chocoanos y el resto de colombianos nuestros yacimientos de oro y de platino.

Pero el punto principal era poner en marcha la universidad, desde luego, al desempolvar la ley 38, la cual surgió-como ya se dijo al comienzo- cuando el Congreso de la república quiso rendir homenaje póstumo a Diego Luis Córdoba, interpretando el anhelo que siempre tuvo de fundar una universidad en el Chocó.