Por:
Amagarcos
Para introducir e ilustrar de alguna manera, este
ejercicio de aproximación de las reflexiones teóricas y metodológicas;
permítaseme citar apartes de una reflexión ponencia presentada durante el Foro
Educativo del Municipio de Quibdó durante el año 2010: “Se propone entonces,
que a partir de una reedición de la historia, se reconozca el real aporte dado
por la etnia negra en la construcción bicentenaria del país, el cual ha gastado
200 años para darse de cuenta que está incompleto; que necesita incorporar el
rico aporte afro en el plan de construcción de la nación; y así, solo así,
llegar a la identidad terrígena nacional. Colombia necesita que todos sus hijos
se sientan orgullosos de ella, parte importante
y útil en la construcción de su cultura. Necesitamos cambiar el discurso
de los pobres negritos, por el de los muy útiles hermanos colombianos afro
descendientes e indígenas. Que todos en Colombia reconozcamos que somos
simplemente colombianos, con una diversidad étnica que nos enriquece y
complementa” (García, Andrés María. A propósito del bicentenario la inclusión
étnica una oportunidad histórica para Colombia, Ponencia. Quibdó, 2010)
Ahora
bien, durante una entrevista realizada
al ilustre escritor y docente
chocoano Cesar E. Rivas Lara, le escuche
utilizar el término de identidad terrígena refiriéndose al Chocó y el pobre sentido de pertenencia que se percibe en muchos de sus personaje de la
vida pública. A manera de ilustración, vale la pena precisar que el concepto personal
inicial de identidad del autor del presente escrito, se refiere a igualdad u
homogeneidad cultural por así llamarlo (ídem: Igual). Igual valía se le concede
al hecho de que en el exterior se conocen varias identidades colombianas; que
en pugna de imposición (voluntaria o involuntariamente) han mostrado destacados
personajes de la vida mundial; así encontramos costeños como Shakira, Carlos
Valderrama; paisas como Juanes o Juan pablo Ángel; del pacífico como Faustino
Asprilla y Tostao de Chocquibtown; entre otros muchos. Pero todos y ninguno
pueden ser considerados como la autentica identidad colombiana; creo aquí que
se puede considerar un aspecto, a mi juicio, muy influyente por no considerarlo
determinante, en la planeación del desarrollo nacional en la región.
Ahora
bien revisemos listado de los países, considerados hoy día, con mayor
desarrollo en Latinoamérica: Brasil, Venezuela, México, Argentina; y en estos
es difícil encontrar un problema de identidad nacional.
Esta
reflexión, apunta a sembrar pilares serios para un posterior estudio completo y
profundo sobre esta temática. La tesis es: Sin identidad no hay desarrollo; concebido
el desarrollo como progreso; pero históricamente ¿cómo ha sido esto?, retomando
la cita inicial, en la cual se analizaba la problemática de inclusión étnica;
veamos a manera de conclusión la siguiente cita: “Los colombianos hemos logrado la indigna proeza de construir una
república basada en la exclusión de negros e indios de los beneficios del
desarrollo” (tras la huella de la
negredumbre, prologo de la copilaión de ensayos escogidos de Rogerio
Velásquez). Esta cita textual presente
en un estudio antropológico de avanzada realizado en la república de Colombia
por uno de los llamados pioneros de los estudios antropológicos de la cultura
afrocolombiana en palabras del ilustre docente escritor Cesar E. Rivas Lara
(Video entrevista realizada por Andrés María García Cossio). Llegó la hora del
cambio en la planeación del desarrollo nacional, llegó la hora de dejar de
mendigar y abandonar la idea de imposición. Es la hora de la integración
cultural como única alternativa válida de desarrollo a partir de la
construcción de identidad nacional. Como ya se dijo: “Sin identidad no hay
desarrollo”.
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